jueves, 12 de febrero de 2009

Los alumnos del futuro

Para que el lector se haga una idea más aproximada de mi experiencia docente, imparto tanto cursos de formación dirigida a desempleados como la que tiene como destinatarios a trabajadores en activo.

Una de las cuestiones básicas en cualquier empresa es la vigilancia de su mercado. En este sentido, creo fundamental que los formadores nos fijemos en las generaciones de jóvenes y adolescentes, ya que son los próximos inquilinos de las aulas. Lo que veo venir no me gusta; la falta de educación y de valores que impera en la juventud española nos va a complicar la existencia, especialmente en las acciones formativas dirigidas a desempleados donde en muchas ocasiones se suma la desmotivación.

He trabajado con numerosos colectivos y por regla general los más difíciles de llevar han sido los universitarios sin experiencia laboral, con actitudes en el aula muy lejanas a los que debería corresponderles: "charloteo" constante, utilización de móviles (incluso hablando por el mismo), tirar papeles al suelo, etc., etc. Su comportamieno tensa la cuerda pues te ponen en situaciones a las que no habría que llegar si su comportamiento fuese razonablemente educado. Ya sabes, si les llamas la atención eres el malo de la película y si no o haces, te toman por tonto.

2 comentarios:

  1. Hola "Formador".
    Me he encontrado tu blog y me parece interesante tu visión cercana y sincera del mundo de la formación y del formador.
    Un saludo.

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  2. Muchas gracias Nacho por tu apoyo. Las cosas que comento están basadas en mi experiencia profesional, pero como en este país está de moda lo "políticamente correcto", en algunos lugares pueden resultar insidiosas. Por eso, de momento, prefiero mantener mi identidad a buen recaudo.
    Lo dicho: muchas gracias y espero seguir contando con tus visitas. Si se te ocurre algún tema que podamos tratar en mi blog (o en el tuyo), propón que soy todo ojos.

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