jueves, 19 de febrero de 2009

La estacionalidad de la formación

Si existe una característica de la formación subvencionada esa es la estacionalidad. Podríamos definir este concepto como "el reparto de la facturación a lo largo del año". El hecho de que factures, por ejemplo, 36.000€ anuales no significa que sea en 12 mensualidades de 3.000€.

La estacionalidad existe en todas las actividades económicas. Por regla general un empresario o profesional tiene como mucho nueve meses para facturar lo de doce; en nuestro caso descontemos agosto, 50% de julio, 50% de septiembre, Semana Santa y "puentes varios". Aún hay más; muchas entidades subvencionadoras de la formación para trabajadores en activo llevan a cabo dos convocatorias de cursos al año por lo que la concentración de trabajo alcanza como mucho seis meses al año.

Si a lo comentado en el párrafo anterior le añadimos que muchos cursos son presenciales, nos vemos frecuentemente con un solapamiento de fechas y, por lo tanto, de renuncias a impartir acciones formativas por imposibilidad de estar físicamente en dos sitios diferentes al mismo tiempo. Para más "Inri" la renuncia a un curso puede conllevar la pérdida del cliente por que éste se buscará otro formador competidor tuyo.


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