sábado, 21 de febrero de 2009

Las "clases particulares": ¿Formación o Consultoría?

Traigo a debate un asunto que me parece interesante para nuestro colectivo profesional. En alguna ocasión habréis tenido que impartir un curso para una sola persona o para un grupo pequeño, habitualmente in company (lo que yo, con sorna, llamo "clases particulares").


Al final y por mucho que prepares el curso como los demás, esto es, con un programa, un índice de contenidos consensuado con el cliente, número de horas y sesiones, etc., se termina convirtiendo en una especie de consultoría encubierta, ya que el/los trabajador(es) asistente(s) ponen encima de la mesa problemas específicos de su empresa, demandándonos una aplicación de lo visto en el aula. Es algo espontáneo, en la que entras llevado por tu afán de dar un servicio profesional.


¿Se os ha presentado esta situación?. En caso afirmativo, ¿cómo lidiáis el toro?.

1 comentario:

  1. Normalmente me dejo llevar :) Eso sí, trato de conciliarlo con el programa establecido, y sustituyo las actividades planeadas por casos concretos que ponen los asistentes sobre la mesa, y altero el orden de los contenidos si lo creo adecuado y viable.
    Como dices, es algo espontáneo, así que opto por hacer de la necesidad virtud y aprovecharlo por el impulso motivador fortísimo que supone. Ayuda a mantener la atención, estimula el debate... En definitiva, ojalá ocurriera en todos mis cursos.

    ¡Saludos!

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